viernes, 1 de junio de 2012


Es el piso al revés o el cielo o un ciclo interminable de soles que son estrellas que explotan ese vacío que es tanto y me habla o todo se trata de un siglo que somos en medidas que no existen en ceros que no se marcan de cámaras rotas quizá apagadas por el fuego o las cenizas del agua o lo seco de las lágrimas y estas miles de no opciones que no son más que una refracción tan absurda de la mente como la sordera de la noche sin grillos que no existe porque el día es un todo o se ha robado el giro de la brillante timidez de la luna tan poética siempre citable no como una mosca molesta que no deja escribir o un pincel que se ha quedado seco de tanto pintar o como este teclado que no quiere decir lo que quiero escribir y me sabotea las "a" o el teléfono que me mira inmóvil desde un universo bifurcado y paralelo o tal vez abstracto que sólo imaginamos todos tan ocupados pero tan cerca como alejados que tiene sentido si se quiere y las sombras hacen pensar al que se quiebra pero el sol fastidia al río hasta que brille y muera yo lo vi y cerré los ojos esa tarde vi como caían las gotas de los pinos negros del horizonte y el cielo o el piso al revés ese atardecer sangrando reía sublime.

Foto y texto: Lourdes Natalia Zacarías